Madre y florista. Un tándem maravilloso a la vez que agriculce. Desde que tengo uso de razón para mí el Día de la Madre siempre ha estado relacionado con las flores. Hoy os habl del Día de la Madre y las flores.
Cuando era pequeña, mi madre tenía que trabajar todos los Día de la Madre y siempre nos decía: «Ahora me voy a preparar ramos para otras madres, por la tarde lo celebramos nosotras, me toca hacer felices a esas otras madres porque sus hijos o sus hijas, les van a decir que las quieren mucho».
Ella, mi madre, siempre ha estado a tope todos esos Día de la Madre y para mí siempre ha estado relacionado con el trabajo y con las flores. Además, el destino me tenía preparado ser madre y tener una floristería, mi hija ha vuelto a vivir mi infancia (con una madre siempre liada en el Día de la Madre, haciendo ramos para las otras madres).
Desde un punto de vista sentimental es increíble esa duplicidad o contradicción en los sentimientos, ese echar de menos poder pasar un día de descanso con tu hija pero a la vez sentirte plena porque estás haciendo que otras madres sean felices y disfruten de un momento que no van a olvidar nunca.
Recibir flores no se puede comparar con nada… Son muchos los regalos que recibimos en nuestra vida, pero nunca olvidamos cuándo nos han regalado flores.
Son la mejor manera de decir Te Quiero. ¡¡Feliz Día de la Madre!!
Fdo. Carolina